ÉL (Capítulo 5 "¿Quien soy yo?")

Una lucha que acabaría confundiendo a ambos, hasta tal punto de odiarse a si mismo, una extraña sensación que le recorría el cuerpo y agonía por no saber cuales eran sus pensamientos.
Pensando así que eran solo uno , la misma persona , no había lugar a dudas.


Pues ese hombre recto y ese ser oscuro formaron la personalidad de un niño de diez años o al menos una extensa base, dejando que en la adolescencia aprendiera por si solo.
Aquel niño le llamaban "Piti", era muy retraído ,tierno , gracioso,bueno, pero especialmente tímido,poco seguro de si mismo y evitaba cualquier acción que pudiera generar una situación tensa e intentaba siempre pasar desapercibido, por otro lado le gustaba imaginar como seria la muerte de cualquiera que le molestara y llevar pequeñas venganzas cabo en la realidad . Algo muy atípico para un niño de su edad.
Por supuesto "Piti" tenia familia , una familia que era una piña y no tardaron en notar que a "Piti" le ocurría algo.
Al final el niño se encontró en despacho muy bonito , con un dulce olor a fresa , sentado en un cómodo sillón de cuero , fresquito ya que el aire acondicionado estaba encendido , con una guapa y simpática psicóloga que le hacia preguntas bastante comprometidas .
El niño se sentía ruborizado , tenia miedo y mucha vergüenza. Apunto de llorar, se consiguió cerrar tanto que fue totalmente hermético . La psicóloga que estaba en practicas decidió traspasar a "Piti" a otro psicólogo con mas experiencia por que ella notaba el gran choque que le habían ocasionado sus preguntas y sabia que no iba a confiar en ella en sesiones posteriores.
Pero antes quiso dedicar una frase que le susurro a "Piti" en el oído - La capacidad de sentir vergüenza es una buena brújula moral.
En la sala de espera del nuevo psicólogo el niño reflexionaba sobre esa frase, pues no conocía el sentido de la palabra moral y mucho menos que sentido tenia la frase.
Al entrar a la consulta , esta no tenia olor a nada, no era bonita y estaba sentado en una silla de plástico frente a un gran hombre calvo con cara de pocos amigos.
Pero este le dio un trato muy delicado , el niño se sentía obligado a contar algo que no debía y en ese momento descubrió que lo que hacer,debía de mentir, pues algo le impedía contar lo sucedido y tampoco estaba muy seguro de saber describirlo.Tras un rato de respuestas correctas el psicólogo solo pudo diagnosticar que "Piti" era un niño tímido, pero que a su edad era comprensible y que si en la adolescencia seguía así que volviera para ser tratado.
De vuelta a casa en el coche , "Piti" tenia un sentimiento de culpabilidad enorme pues creía haber decepcionado a su familia , pensaba una y otra vez en esa frase y una pregunta rondaba su pequeña cabeza..¿Quien soy yo?